La interacción humana no siempre fluye de la forma como esperamos y surgen temas, momentos o situaciones que la complejizan. Esto es normal, pero de manera paradójica nos cuesta abordar ciertas conversaciones porque ponen a prueba nuestra identidad. Hay factores importantes en juego y alta carga emocional, pero en la práctica es posible manejarlas de manera positiva y productiva, reencuadrando nuestro enfoque frente a ellas y teniendo técnica y estrategia.