Las empresas requieren promotores de su negocio. Más allá de un equipo de ventas, requieren que cada persona que interactúe con los clientes, tanto internos como externos, promueva un alto interés y compromiso con la organización. Esto se alcanza con un buen conocimiento de los productos y roles correspondientes, con buenos procesos y herramientas, pero sobre todo con excelente ACTITUD, que viene siendo el multiplicador de las habilidades y conocimientos que pongamos todos a disposición de esta experiencia de cliente. Al finalizar el curso, el participante estará en capacidad de gestionar la ACTITUD PERSONAL, como motor diferenciador de la experiencia de cliente.